Técnicos del Comando Conjunto Antártico (Cocoantar) y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) pusieron en marcha cultivos en la Antártida. Se trata de dos variedades de lechuga, rúcula y perejil y están ubicados en el Módulo Antártico de Producción Hidropónica (MAPHI), instalado en la Base Antártica Conjunta Marambio.
El objetivo es abastecer de vegetales frescos al personal civil y militar de las dotaciones que operan allí, para mejorar su alimentación.
En esa línea, el MAPHI comprende un sistema de cultivo hidropónico sin suelo. Está dentro de un contenedor marítimo de 6 metros de largo, acondicionado con un sistema de aislamiento tricapa y con calefacción a base de energía eléctrica, para soportar las bajas temperaturas.
El proyecto comenzó a producir las primeras verduras frescas a mediados de mayo, a partir de una prueba para evaluar el funcionamiento. Se espera que se encuentre plenamente operativo a fines de junio.
Los alimentos se cultivan en un medio líquido, a través del cual se entregan los elementos nutritivos a las plantas. Entre las principales cualidades de este método se destacan la eficiencia en el uso del agua, una alta compatibilidad con el automatismo del proceso productivo y la optimización de uso de espacios pequeños.
"El módulo se encuentra instalado en un clima polar antártico, con un fotoperiodo extremo y temperaturas máximas medias que en julio pueden llegar a los -11°C y descender hasta los -20°C. Para superar estas limitantes el módulo cuenta con la posibilidad de controlar la intensidad de luz y la cantidad (horas totales) entregada a las plantas", indicó Cesar Ismael Araujo Prado. Él es suboficial auxiliar, encargado de la división Prevención de Accidentes, Seguridad e Higiene y Ambiental del Cocoantar.
Por su parte, desde la Base Marambio, Jorge Birgi (investigador del INTA Santa Cruz) destacó: "El trabajo es muy intenso y lo vivimos con mucho entusiasmo porque estamos produciendo las primeras plantas hortícolas de la Antártida Argentina".