La oficina científica de la Casa Blanca advierte que la demanda de energía derivada de la generación, posesión e intercambio de criptoactivos podría obstaculizar los objetivos climáticos de Estados Unidos, según un nuevo informe.
Las estimaciones del uso de energía mundial para los criptoactivos - como los criptodivisas, creaciones digitales artísticas (NFT), o carteras digitales - superan la demanda anual de energía de muchos países, incluidos Australia y Argentina, según el informe. Esto está creando un dilema para los países que tratan de mantener los precios de la electricidad bajo control y, al mismo tiempo, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a cero para mediados de siglo según el tratado de cambio climático de París adoptado en 2015.
Los criptoactivos, como el Bitcoin y el Ethereum, tienen una capitalización de mercado mundial total de casi un billón de dólares, pero requieren una cantidad considerable de electricidad para ser creados y comercializados a través de un proceso de 'minería' digital utilizando superordenadores que pueden hacer números y generar complicados códigos de propiedad, conocidos como 'blockchains'.
Cada vez hay más peticiones para que las cadenas de bloques adopten mecanismos menos intensivos en energía. "El uso de electricidad de los activos digitales contribuye a las emisiones [de gases de efecto invernadero], a la contaminación adicional, al ruido y a otros impactos locales, dependiendo de los mercados, las políticas y las fuentes locales de electricidad", según el informe de la Oficina de Política Científica y Tecnológica (OSTP) de la Casa Blanca, titulado 'Implicaciones energéticas de los criptoactivos en los Estados Unidos'.
"Dependiendo de la intensidad energética de la tecnología utilizada, los criptoactivos podrían obstaculizar los esfuerzos más amplios para lograr una contaminación neta de carbono consistente con los compromisos y objetivos climáticos de Estados Unidos", añadió.
El sector de las criptomonedas utiliza entre el 0.4% y el 0.9% del consumo anual de energía a nivel mundial -superior al de algunos países-, y los Estados Unidos albergan aproximadamente un tercio de todas las operaciones mundiales de criptomonedas. Este rango es comparable con el uso anual de electricidad de todos los centros de datos convencionales, no criptográficos, del mundo, afirma el informe. Estados Unidos alberga actualmente la mayor industria minera de Bitcoin del mundo, que representa alrededor del 38% de la red global de Bitcoin, añade.
En Estados Unidos, las criptomonedas representan entre el 0.9% y el 1.7% de la demanda anual de energía del país. "Este rango de uso de electricidad es similar al de todos los ordenadores domésticos o toda la iluminación residencial en Estados Unidos", según el informe de 46 páginas.
Se calcula que la actividad de las criptomonedas en Estados Unidos supone aproximadamente entre el 0.4% y el 0.8% de las emisiones totales del país, algo similar a las emisiones del gasóleo utilizado en los ferrocarriles de Estados Unidos, añade el informe.
El informe ofrece una serie de propuestas políticas, entre las que se incluye el desarrollo de posibles nuevas normas para limitar los métodos de alto consumo energético de la minería de monedas digitales, diseñadas para ayudar a Estados Unidos a cumplir sus objetivos climáticos de reducción del 50% de las emisiones para 2030, y un sistema de electricidad libre de contaminación por carbono para 2035.
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