Cómo cultivar plantas carnívoras en casa - Foto 1

2022-06-03 17:39:03 By : Ms. Sofia Zhong

Si las plantas son tu pasión y estás buscando algún ejemplar diferente y peculiar para cultivar en casa, las especies carnívoras pueden ser una opción perfecta. Son originales y decorativas, aunque también un tanto exigentes en cuanto a sus cuidados. Sin embargo, si descubres cómo cultivarlas en casa podrás disfrutar todos los días de su rara belleza.

Las plantas carnívoras son fascinantes y muy atractivas. Poseen una apariencia diferente al resto de las plantas, una belleza extraña y poco frecuente.

Se trata de especies depredadoras que han ido evolucionando para adaptarse al medio, pobre y hostil para ellas. Suelen crecer en zonas desérticas o pantanosas. Además del agua y los nutrientes de la tierra, también se alimentan de insectos, que cazan con sus hojas.

Cuando se cultivan como especies de interior no es necesario cazar moscas y mosquitos para darles de comer. Con los cuidados necesarios no tendrán que alimentarse de insectos, aunque si alguno osa acercarse demasiado puede que termine devorado por ellas.

Una curiosidad: aunque a las plantas carnívoras les encantan los insectos, respetan a los polinizadores ya que los necesitan para multiplicarse. La naturaleza, sabia, dispone que en estas plantas las flores no se encuentren justo al lado de las zonas que son trampas de caza, de forma que los insectos polinizadores se mantienen alejados de ellas.

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Esta primera pregunta es fácil de responder: sí, claro que se puede. Las plantas carnívoras no son peligrosas para las personas o las mascotas. Solamente suponen un riesgo serio para los insectos incautos que se acerquen a ellas.

Por lo demás, no hay ninguna razón para que no puedas tenerlas en casa. Quizá no sean las plantas más sencillas de cultivar del universo botánico, pero tampoco son las más complicadas. Simplemente, necesitas conocerlas bien para saber cómo tratarlas. Una vez hayas descubierto cuáles son los cuidados que has de darles, crecerán felices en tu casa.

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Para cultivar plantas carnívoras en casa y tener éxito, lo primero que debes pensar es que no necesitan cuidados especiales, sino que las atenciones que has de procurarles son similares al del resto de especies. Por supuesto, tendrán sus particularidades pero, en general, necesitan agua y luz natural.

Para encontrar el lugar perfecto para ellas en casa, busca un espacio luminoso pero donde no les lleguen los rayos del sol de forma directa ya que podrían quemarse.

Una vez llegues a casa con tus nuevas adquisiciones carnívoras, espera un par de días a que se adapten al nuevo entorno y trasplántalas a una maceta con un sustrato específico para plantas carnívoras de tipo ácido. La turba rubia puede ser una buena opción.

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Como le pasa a casi todas las plantas, las carnívoras no pueden vivir sin agua. La mayoría son especies tropicales y necesitan tener el sustrato siempre húmedo, que no encharcado. Los encharcamientos son tremendamente perjudiciales para ellas. Para regarlas de forma correcta, vigila el grado de humedad de la tierra y actúa en consecuencia.

Un consejo: es importante regarlas con agua destilada, agua de lluvia o de mineralización débil.

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Cuando pase el verano y el otoño y lleguen los fríos invernales puede que tu planta carnívora comience a perder las hojas y quede un tanto mustia. Esto es normal, ya que muchas de ellas entran en un período de latencia o descanso vegetativo.

Es una forma de protegerse de las bajas temperaturas. Con el despertar de la primavera estas plantas rebrotan de nuevo. Si la cultivas en interior, seguramente no perderá las hojas. Simplemente la planta detendrá su crecimiento hasta que vuelva el calor y el buen tiempo.

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Hay varios tipos de plantas carnívoras y difieren bastante entre ellas en lo que a su apariencia se refiere. Una de las más conocidas es, sin duda, la venus atrapamoscas (Dionaea muscipula).

Sus hojas son verdaderas trampas para insectos, con una especie de pinchos que se cierran rápidamente sobre la presa. ¿Por qué se mueven tan rápido estas plantas? La superficie de las hojas es extremadamente sensible. Cualquier cambio de presión sobre ella, como la que ejercen las patas de una mosca, desencadena un movimiento fulminante.

La venus atrapamoscas es fácil de cultivar en casa. Necesita mucha luminosidad y riegos frecuentes con agua destilada. El sustrato de la maceta debe estar compuesto por turba y perlita para presentar un buen drenaje. Procura que esté siempre húmedo sin encharcarse. No necesita abono.

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Se trata de un grupo de plantas carnívoras que procede de zonas pantanosas. Las hojas tienen forma de trompeta y surgen en roseta desde la parte inferior de la planta. Estas hojas tienen un orificio y una membrana con una especie de pelos que destila un néctar que atrae a los insectos. Estos caen en la superficie resbaladiza y ya no pueden escapar.

Una curiosidad: algunas especies de sarracenias colorean los nervios de sus hojas de rojo de forma que resulten más visibles y atractivas para los insectos. Entre las variedades de sarracenias destacan la Sarracenia purpurea y la Sarracenia leucophylla.

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El grupo de las droseras engloba casi 200 especies diferentes que se encuentran repartidas por todo el mundo, aunque muchas de ellas proceden de Australia. En España se puede encontrar la Drosera rotundifolia.

Las hojas de esta planta poseen un pegamento para atrapar a los insectos que simula gotas de rocío. Por eso también se la conoce con el nombre popular de rocío de sol.

La drosera no es fácil de cultivar. Necesita mucha luz indirecta y estar al abrigo del viento y las corrientes de aire. En cuanto al riego, mantener la tierra húmeda es prioritario, ya que es una planta que no tolera la sequía. Riégala con frecuencia utilizando agua destilada y procura no mojar las hojas. Es fundamental contar con un sustrato que garantice un buen drenaje. Puede ser, por ejemplo, una mezcla de turba, arena y perlita.

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Se la conoce como planta jarra debido a la característica forma de sus hojas que son unas trampas para insectos de lo más eficaces.

Es una planta trepadora o colgante muy llamativa, de gran tamaño, que procede de zonas tropicales. Comprende muchas especies distintas, la mayoría son fáciles de cultivar mientras disfruten de temperaturas cálidas y una humedad ambiental elevada. En casa ponla en un rincón luminoso a salvo del frío en invierno y riégala de forma abundante sin que se encharque la maceta.

Un consejo: te agradecerá que la pongas cerca un humidificador, ya que le gustan los lugares que presentan en torno a un 70 % de humedad ambiental. Olvídate de abonarla, no lo necesita.

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