Cómo cultivar la zamioculca, una de las plantas de interior más resistentes

2022-05-13 17:43:56 By : Ms. Iris Cheng

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La zamioculca es una exuberante y frondosa planta a la que también se la conoce como la "joya de Zanzíbar", por su origen africano. Aunque su procedencia exótica podría ser signo de necesitar unos cuidados especiales, lo cierto es que es una planta muy resistente y duradera, que prospera en casi cualquier lugar con solo un mínimo de cuidado. Por eso es ideal para manos inexpertas. 

Tiene un impresionante follaje, verde oscuro y brillante que la convierten en una planta muy ornamental en interiores y exteriores. Es una herbácea perenne, de crecimiento lento, que puede alcanzar casi el metro de altura y que, ocasionalmente, puede producir flores de color crema, similares a las del lirio de la paz: pequeñas y escondidas debajo de la base de las hojas.

Es una planta purificadora que filtra las toxinas transportadas por el aire, como el xileno, el tolueno y el benceno. Se planta a partir de esquejes de hojas o plantones y crece a partir de rizomas gruesos que almacenan agua, lo que reduce la necesidad de riego frecuente. Eso sí, es aconsejable mantenerla  fuera del alcance de los niños y las mascotas. 

Necesita luz indirecta. Dentro del hogar se puede colocar al lado de una ventana orientada al norte, este u oeste. Se debe evitar la luz solar directa, que puede quemar las hojas. Puede prospearr incluso en oficinas, porque crece con iluminación fluorescente.

Su temperatura ideal es, en el interior, una temperatura ambiente promedio de 15 y 25 grados. Eso sí, si se planta al aire libre durante el verano, se debe devolver al interior si las temperaturas caen por debajo de los 10 grados. Hay que evitar ponerla cerca de los conductos de aire acondicionado y calefacción, lo que podría secar el aire y oscurecer las hojas.

No se debe regar en exceso, porque es una de las raras causas por las que puede morir. Durante la temporada de crecimiento activo (desde la primavera hasta principios del otoño), hay que regar cada dos semanas o cuando se seque la parte superior de la tierra. Durante los meses de invierno o si cultiva su planta en condiciones de poca luz, no es necesario regarla tan a menudo. También es importante proporcionarle un buen drenaje en la maceta. 

Debido a que es una planta que almacena nutrientes en sus raíces, no necesita fertilización frecuente. Solamente si es preciso, durante la primavera y el verano usando un fertilizante para plantas de interior de uso múltiple diluido a la mitad de la dosis recomendada. Y nunca en invierno. 

Para mantener el follaje brillante, se puede limpiar con un paño húmedo para eliminar el polvo, de esta forma además, las hojas podrán absorber más luz solar. No es necesario trasplantarla con frecuencia. Si desea mantener del mismo tamaño, se puede trasplantar cada dos años más o menos para refrescar la tierra y mejorar el drenaje, colocándola de nuevo en el mismo recipiente después de recortar las raíces y los tallos demasiado grandes.

Podarla no fomentará un nuevo crecimiento como con la mayoría de las otras plantas de interior, pero a veces es necesario mejorar la forma de su planta y eliminar el follaje amarillento o dañado. Si está demasiado grande, se puede quitar los tallos enteros cortándolos en la base con un cuchillo afilado o unas tijeras de podar. 

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